LA EDUCACIÓN QUE HAY, LA QUE DEBERÍA HABER y LA QUE NO DEBERÍA HABER
Serie de artículos dedicados a un Proyecto de Investigación Educativa Futurista y Necesario
INDICE
PARTE I
- LO QUE SE PUEDE LLEGAR A
SER
CAP. 0 & 0.1 El hombre –
Manual del diseñador vv 0 y 0.1
CAP. 0.2 El hombre – Manual del
diseñador – Móvil perpetuo
PARTE II
- LO QUE ES LA PERSONA, PROTAGONISTA Y MOTOR DE
LA SOCIEDAD COMO ES:
*CAP. I – Los
3 Protagonistas de la Educación
*CAP. II – ¿De
quién es el deber de Educar?
* CAP. IV – La Educación del Futuro – como se
veía en 1973
* * CAP.VI – Veamos
una “supuesta educación Siglo XXI” A y B
PARTE
III -
LO QUE DEBE SER LA
PERSONA, PROTAGONISTA Y MOTOR DE LA SOCIEDAD COMO DEBE SER:
Propuesta: La nueva educación con visión de
futuro
CAP. VIII – ¿Aprender a Ser Qué?: Ser Gentes
Falta más, en construcción.
El hombre – Manual del diseñador v 0
En estas páginas
encontrarás una serie de concejos del diseñador del género humano que, como
conocedor del mismo, por ser su diseño exclusivo, nos pueden servir como guía
para conseguir los mejores resultados de nuestra naturaleza.
Índice:
·
Presentación
·
Objetivo
·
El diseño
·
Inicio
·
Sus partes
·
Cuidados
·
Reparaciones
·
Mantenimiento
·
Fallas
típicas
·
Caducidad
Presentación
Lo primero que debemos escribir es una información
Hemos tratado de ubicar algún material que se
pudiera considerar un manual del diseñador del género humano, pues consideramos
que es la persona apropiada para darnos las mejores indicaciones en cuanto a
cómo aprovechar mejor todas las cualidades con las cuales viene equipado el ser
humano, cómo sacarle el mejor provecho a su diseño y cuál es el objetivo de
dicha creación.
Lamentamos decir que fue muy poco lo conseguido y
no hay garantías de ser original del fabricante y diseñador.
En última circunstancia, se nos sugirió que
consultáramos la Biblia, lo cual pensamos, que no es propiamente un manual
técnico, sino una colección de relatos religiosos de los judíos y cristianos.
En conclusión, pedimos disculpas por no cumplir lo
anunciado en el índice y damos por concluido este manual, el cual,
insólitamente y quizá por primera vez en la historia de la literatura, este
intento de manual se declara desierto y solo consta de una página, esta. Se
podría tildar de un fracaso.
Disculpe Usted.
Firma: El Autor
Hasta aquí la versión 0 (cero)
Manual del diseñador v 0.1
Ahora tenemos algún material que se podría considerar como manual del Diseñador.
Al realizar investigaciones sobre el hombre y su cometido aquí en la Tierra, nos dimos cuenta que la mayoría de las Religiones serias plantean una serie de ideas madres respecto al cometido del hombre y su Fin último.
Todas disponen de un código de conducta honorable que representa los pasos de una labor meritoria para llegar a un Gran Premio que en la mayoría lo refieren como llegar a vivir a lado del Creador en un estado de Felicidad máxima e infinito.
Ese código con diversos nombres se resume en los 10 mandamientos.
Se establece que Dios lo que quiere del hombre es cumplir una serie de labores que beneficien al hombre y su entorno, que sea Feliz aquí en la Tierra y luego con Él en la Eternidad.
Se saca otra consecuencia del estar el hombre en la Tierra: cuidar el planeta, cuidar la sociedad, cuidar nuestras pertenencias y nuestras relaciones, cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma. Y no solo eso, sino hacerlo mejorar todo y crecer.
De todo esto se deduce que el hombre para cumplir esa misión en su vida, debe crecer en conocimiento y sabiduría, en su relación consigo mismo, con los que lo rodean y en su trato con Dios mismo.
Por tanto, todo eso se cristaliza dentro de una vida de estudio, progreso y crecimiento personal.
¿Qué importancia tiene el estudio en todo esto?
PARTE II - LO QUE ES LA PERSONA, PROTAGONISTA Y MOTOR DE LA SOCIEDAD COMO ES EN CUANTO A LA EDUCACIÓN Y SU INFLUENCIA EN EL HOMBRE:
Comenzado en Duclair (Francia), 29
de agosto de 2018;
Continuado en Caracas desde octubre 2018 y 2019
Autor: Lic. Raúl Zurita
el_emouse@yahoo.com
CAP. I - Los 3 Protagonistas de la Educación
“Estas crisis mundiales son
crisis de santos.” Así decía un
amigo sacerdote ya muerto. Aunque parezca que vamos a tocar un tema religioso,
no es así.
El planteamiento central es la problemática mundial
de la actualidad que pareciera que los jinetes apocalípticos se desataron por
toda la faz de la tierra.
Es un problema que tiene más cabezas que culebras
en la cabeza de Medusa… Hambre, guerra, muerte, drogas, ladrones, asaltantes,
violadores y asesinos queriendo imponer su injusticia y mil problemas más, como
engaño, traición, envidia, odio, enemistad, etc. Esto, lo que genera es
confusión y finalmente desánimo. ¿Qué se necesita para enfrentarlo? ¿Quién será
el Perseo que corte su cabeza a esta Medusa modelo siglo XXI?
Dentro de las causas actuales, hay quienes han
mencionado a la Educación. Una manera de ponerla en al banquillo de los
acusados, es decir que no está a la altura de las necesidades del siglo XXI.
Asumamos en principio que es cierto. Entonces, vayamos al encuentro de sus tres
protagonistas. Pero no para saber su grado de culpabilidad, no; sino para ver
cómo pueden aportar soluciones.
1er
protagonista: el niño. Quizás, y
aunque parezca increíble, la solución pueda estar en manos de un inocente niño,
uno en quién ninguna de esas maldades haya podido hacer mella aún. ¿Dónde
estará ese niño? La respuesta es con toda seguridad y sin miedo a equivocarnos,
en algún aula nuestra.
Pero ¿Quién es e identificarlo entre tantos niños?
Esto es más difícil, pero no imposible. La solución… eduquemos a todos los
niños tal si fuera el “elegido” con la
seguridad de que, entre ellos, estamos educando a quien va a salvar el
planeta, por tanto hay que educarlos para cumplir esa misión. Y…se nos ocurre
otra pregunta; ¿Podría ser que todos
esos niños juntos sean la solución?
¡Eureka! Hemos llegado a una solución magistral. Si
educamos a cada niño para ser generador de vida, solucionador de problemas,
conservador del ambiente, investigador que quiere dejar el mundo mejor de como
lo encontró, sembrador de esperanza. Cuando sean adultos, se empeñarán en eso y
lo lograrán.
No estamos hablando del Emilio de Rousseau, que
“nace bueno y la sociedad lo corrompe”. Ni el alumno de Sommerhill quién se
educa sin normas, pues él solo las adquirirá ¿Sin conocer su utilidad? ¿Quién
lo garantiza? Tampoco hablamos de quien logra ser profesional, gracias a una
nación que lo educa, pero no siente obligación de agradecerle ni pagarle nada a
ella por eso.
Hablamos de esa “tabla rasa” de los griegos; del
niño respetado y amado de Montessori y otros docentes; de ese ser y su mundo
desconocido y avizorado por Piaget y tantos nuevos investigadores; de un niño
en fin, cuyos maestros junto a sus padres, construirán al adulto que el mundo
futuro necesita.
De él debemos hacer un hombre virtuoso, buen
ciudadano y ético. Un sembrador de virtudes y respetuoso de leyes
justas que por tantos años y experiencias, buenas unas y algunas otras poco
exitosas, se han forjado como necesarias para la convivencia. Un ser
comprometido con la sociedad a la cual él pertenece, con la familia que le da
el ser y con el mundo que le da un sitio en la historia. De ese niño deviene el
hombre que pertenece y forja la sociedad futura.
2do
protagonista: el maestro. Pero no
podemos pretender que la educación actual logre construir ese hombre recto, los
resultados hasta ahora nos dan experiencias de todo tipo dentro de una campana
de Gauss. Para un proyecto tan delicado y ambicioso, no puede dejarse al azar o
improvisación sin sentido. Se necesitan personas idóneas que los eduquen. Esos
educadores apropiadamente formados en alguna universidad con mención investigación educativa; serían
bastiones de una nueva educación.
Con pensum nuevo que forje al educador necesario,
involucrando todas las armas de las cuales se ha de revestir, para, a su vez
transmitirlas. Un pensum I+D+i[1], imperiosamente práctico de inmersión total.
Personas elegidas entre muchos de las escuelas de educación y afines, sean
catalizadores de la virtud.
Además, añadiríamos que el perfil del docente hay
que reconstruirlo, basado, no en la figura de quién lo sabe y lo domina todo;
sino quién da ejemplo a sus alumnos de investigación en el saber. Y, por qué no
decirlo, capacidad de liderazgo y vender ideas y transmitir entusiasmo y
aceptar sus errores y corregirlos. Entre otras cosas.
Tal vez comenzar a nivel micro de formar los
educadores de unos pocos salones, pues nada harían egresados de esa
universidad, trabajando solos y aislados, en medio de sus pares que no
comparten ni sus conocimientos, ni su tecnología, ni sus ideales. Por tanto, es
deber de la universidad que los está educando, conseguir que sean contratados
en equipo – o, mejor aun, administrar una escuela experimental bajo su tutela,
para poner en práctica lo aprendido, siempre bajo la observación de sus
rectores y a medida que se afiance su actividad de aula y corrijan sus posibles
y comprensibles errores hacer crecer dicha escuela. También amerita un nuevo
pensum para la escuela y rediseñar el aula de clases; la práctica docente y las
técnicas educativas y actividades de aula.
3er
protagonista: la familia. Como la
educación no es una exclusividad del maestro. Se debe realizar un programa de
participación activa de la familia de acuerdo a lineamentos innovadores y
específicos de su actividad en el papel ineludible que le corresponde. Ese
hecho aduce que a la familia hay que formarla también.
Comenzamos este artículo expresando que estamos en
una crisis de santos. No deberían quedar dudas en cuanto a que quienes lideren
esta nueva educación, padres y docentes, deben ser moralmente personas
exigentes, c/u consigo mismo y luego, mostrando el debido tacto, con el entorno
dentro del cual les toque influir. Para poder transmitir esos valores, hay que
vivirlos en extremo. Tener autoridad moral. No, sin embargo, se pretende con el
epíteto de “santos” personas perfectas, sino luchadores tenaces con un norte
ético claro.
Se dijo que no era un escrito religioso. Sólo
añadiremos unas palabras de Jesús, por ser muy apropiadas: “A vino nuevo, odres nuevos…”[2]
El tema es extenso, delicado y crucial por los
puntos que toca. Tema y protagonistas ameritan profundizar en otros escritos y
análisis posteriores.
Por lo pronto, creo que con lo dicho ya hay
suficiente tela que cortar.
CAP. II - ¿De quién es el deber
de Educar?
La Trinidad (Ccs, Venezuela), 5 de febrero de 2019
En el artículo anterior
hablábamos de “los tres protagonistas de la Educación”. Pretendo ahora comentar
algunas anécdotas positivas o erradas de la educación.
En cierta oportunidad oí el
comentario de un controlador aéreo sobre la causa de los accidentes aéreos y me
decía que, solamente había un 5% de accidentes que ocurrían por fallas
mecánicas fortuitas e inevitables, pero el resto, ese gran porcentaje, se debía
a impericia o errores humanos, tanto de personal de cabina, personal técnico
que revisó el avión o, en última instancia técnicos que realizaron una mala
reparación, montaron una pieza defectuosa o en última opción de la línea de
acción, una persona en el taller de fábrica del avión o de alguna pieza del
avión, que empleó un material o pieza que no cumplía con las normas
especificadas para el trabajo que iba a desempeñar. Pero en definitiva: “error humano evitable”.
En contraste a esta
posición, también recuerdo haber leído de un piloto militar que sobrevivió a
una caída en combate, al eyectarse del avión en llamas se desmayó, pero al
despertar se encontró en tierra, entre unos matorrales, a un lado del
paracaídas extendido en el piso. Una vez vuelto a su base, este piloto fue a
visitar el hangar donde se equipaban los aviones y preguntó por la persona que
había doblado su paracaídas. Al ponerse de pie una mujer en medio del grupo,
fue, la abrazó y llorando le dio las gracias por haber hecho tan buen trabajo.
Gracias a ese detalle, podía él estar allí dándole las gracias y decirle que le
debía la vida.
CORRECCIÓN: Acabo de leer
un mensaje de los tantos que hay en las redes, donde cuentan una historia
similar, con ciertas diferencias notables: Charles Plumb, era piloto de un
bombardero en Vietnam, que un día fue derribado. El capitán Blumb se lanzó en
paracaídas y fue apresado y luego de 6 años en prisión regresó a USA y daba
conferencias sobre su odisea. Un día en un restaurante un hombre lo saludó por
su nombre y le comentó su caída y prisión. Al preguntarle cómo lo sabía, ese
extraño le dijo que él era quién empacaba su paracaídas y parecía que le había
funcionado ¿Verdad? Claro, le respondió el piloto con un nudo en la garganta.
Después, a solas, meditaba cuantas veces había visto a ese marinero en el
portaviones y nunca lo saludó por su arrogancia de piloto. Y lo agradecido que
estaba a su buen trabajo todas las veces que dobló paracaídas en el barco. El
mensaje es más largo, pero, con sus diferencias es digno de subrayar: a) lo de realizar un buen trabajo, por una
parte; y b) ser agradecidos con quienes
nos respaldan y colaboran para hacer más eficiente nuestro trabajo
Surge de inmediato la
pregunta. Maestro… ¿Cuántas vidas dependen en el futuro de la educación
cuidadosa que tú des a tus alumnos? De entrada, la propia vida del alumno; pero
no es solo eso…De su trabajo bien realizado…¿Cuántas vidas se salvarán,
literalmente o aquellas que por el buen trabajo de tu alumno se encaminarán hacia
un mejor futuro del que tendrían si tu alumno no los hubiese motivado?
Sin embargo, como
mencionamos, nos encontramos con un pequeño porcentaje de accidentes aéreos que
se deben a cosas fortuitas. Ejemplo de ello es el acuatizaje obligado en el
Hudson, el 15 de enero del 2009, de un avión A320 de US Airways, con 155
personas a bordo porque una situación inesperada cambió su rumbo: una bandada
de aves se atravesó y fue absorbida por los dos motores del avión, dejando al
avión sin energía de vuelo.
El tema fue inspiración
para una película de Clint Eastwood ; Sully
(2016), donde Tom Hanks encarna a Chesley (Sully) Sullenberger, el capitán
que evitó lo que parecía una tragedia segura. Curiosamente, este hombre, de
héroe pasó a ser juzgado duramente por sospechas de inoperancia en su decisión
– demostración de los investigadores de que la mayoría de los accidentes tienen
causa humana, hasta que en el juicio que se le hizo se comprobó que no había
otra solución y verdaderamente fue una decisión magistral.
Otro caso famosamente
parecido, aunque por circunstancias distintas, es el caso de la nave Apolo 13 y
también tema de una película. En ese caso, la tripulación logra, con la ayuda
también del personal en tierra de la base en Huston y una conducta profesional
al extremo, después de sobrevolar la superficie lunar y utilizar el empuje de
la fuerza centrífuga que les dio la circunvolución a la luna para devolver
dicha nave averiada a la tierra.
Ahora, nos podemos hacer de
nuevo la pregunta, con una variación importante sobre la educación. ¿En cuántas
oportunidades hemos sido testigos presenciales, o hasta protagonistas en
primera persona, de acciones que se han realizado correctamente y hasta evitado
una tragedia, o conseguido un éxito más allá de lo esperado, gracias a que la
persona que tomó la iniciativa sabía perfectamente lo que se debía hacer?
De nuevo acudo a citar otra
película, pues, gracias a Dios, estos temas han dado pie a realizaciones fílmicas,
que sirven de inspiración para que otras personas se motiven a estudiar y
buscar dar lo mejor, como es el caso de la película “Manos Milagrosas”.
Dicha película ha servido para realizar talleres motivacionales en escuelas, tanto primaria como bachillerato, para despertar en los alumnos la búsqueda de la excelencia.
Por contraste, ¿Cuántas
veces también hemos fallado o visto fallar a alguien por falta de preparación
suficiente para su desempeño? ¿Quién tiene la culpa, la educación o los
educadores?
Por eso el titular de esta
sección ¿Quién tiene el deber de educar? Pareciera que la respuesta es simple,
pero no es así. Claro está que en el campo definido de la educación formal, pareciera que no hay otro responsable
sino el maestro. Pero cuidado, no podemos poner toda esa carga sobre los
hombros del educador por excelencia. La educación no se imparte sólo en la
escuela, eso estamos claros. Además, ¿Quién pone la diferencia? Estamos
conscientes que la educación – formal o informal – es quien marca a la persona
desde niño a ser cada vez mejor en su ascenso hacia la hombría. Pero, no están
contestadas las dos preguntas de este párrafo, ameritan un mayor espacio para
responderlas. Porque ni siquiera lo responde el artículo anterior de la
Educación en sus tres protagonistas. Padres, docentes e hijo/alumno.
El tema, como nos podemos
dar cuenta, es más complicado de lo que se piensa. ¿Cómo estudiarlo? Esta investigación
amerita una reflexión profunda, pues son muy delicadas las conclusiones que
asoman ya y es necesario separar la leyenda interesada de la realidad.
Surge de inmediato otra
pregunta que se intuye, ¿sobre qué basar esa investigación? Pues sencillamente
buscar los casos límite de triunfos y fracasos y qué hay detrás de cada uno.
Por citar un caso ejemplar de lo que hace una buena educación y sus resultados:
¿Sabía Ud. que los motores Rolls Royce fueron diseñados por un ingeniero que
estaba convencido de que, si existía un excelente diseño y posterior
fabricación ajustada a los cánones especificados, ese motor no debería fallar
nunca? De hecho, en sus controles de fabricación, existen muy pocas fallas;
bueno, es verdad que exageran y se atreven a decir que nunca fallan, pero
obviando el hecho, tienen un gran record nada despreciable y se pregunta uno:
¿De dónde le procede a la “Rolls-Royce” esa seguridad en sus productos?
En consecuencias, según
esto, es buena la educación para formar y forjar personas valiosas o por el
contrario la educación es mala y no cumple su función de hacer el mundo mejor;
o incluso, la educación es la culpable de todos los problemas del hombre; o,
por qué no, y aunque nadie lo ha dicho, me atrevo a llegar más lejos, que tenemos
“una educación podrida”. ¿Será verdad?
En resumen y para aclarar
hacia dónde nos movemos con este escrito. Quisiéramos desmentir la aseveración
de que la Educación es anticuada y culpable, por sus fallas, de que el mundo no
marche mejor. Incluso, se ha llegado a proponer la abolición de los programas e
institutos de enseñanza, por ese delito que se le imputa.
Ese sería el tema a
desarrollar en los siguientes capítulos.
CAP. III - ¿Una educación podrida?
¿Cómo desmentir que la Educación, por sus fallas, es anticuada y culpable de
que el mundo marche tan mal? Como citamos en el capítulo anterior “De quién es
el deber de educar” ¿Será cierto, como algunos se atreven a asomar, que hay que
abolir sus programas y los institutos de enseñanza?
¿Quién tiene la razón? Quienes abogan por su
desaparición o quienes luchamos por su mejora para ponerla a la altura de
nuestra modernidad y humanidad.
Decíamos en ese capítulo, que había que separar la
leyenda de la realidad. ¿Cuál es el interés de culparla? ¿No será para desviar
la atención del verdadero culpable?
Nosotros los humanos somos la mar de complicados.
¿Hasta dónde puede llevarnos nuestra falta de humildad? ¿Conoce el lector la
fábula de “La zorra y las uvas” de Samaniego? El resumen de ella es que la
zorra no podía alcanzar las apetitosas uvas por más que saltaba. Al final, la
zorra extenuada, pero con un orgullo del tamaño de un edificio, marchándose
exclamó: “¿Para qué? Si al fin estaban
verdes”
Pues, da la impresión que el argumento se
repite…las cosas van mal, “¿Qué podemos
esperar si la educación no sirve?”
¨ Es imposible que los problemas
radiquen en los instrumentos. Craso error, pensar que las cosas inertes puedan
tener culpa de los errores humanos. “La
educación es culpable”.
¨ ¡qué argumento tan infantil!…
¡Imposible! Lo inerte es, o puede ser, una herramienta o un arma, dependiendo
de “en cuáles manos esté”.
¨ Una pistola puede servir para defenderse de un agresor, para cazar o
tiro deportivo o para agredir a un inocente. ¿Tiene responsabilidad la pistola?
¨ ¡Imposible! Lo inerte es eso, inerte
y lo inerte no piensa y no tiene intencionalidad.
¨ ¿Quién pondría y haría la diferencia en un juicio? ¿La mano que está
detrás?
¨ O en definitiva…el hombre dueño de la mano
¨ El peor error, que puede cometer un
hombre, es no admitir sus errores, su responsabilidad y corregir. Y nunca podrá
corregirse sin esos pasos previos.
¨ Y, el problema se agrava, ese
argumento le oculta la realidad y nunca la podrá ver.
¨ Insistimos, ¡Por no admitirlo se
recurre a argumentos infantiles! “Ir a
alta velocidad en un vehículo, derrapar, chocar un árbol y tumbarlo, causando
daños colaterales y decir que el culpable es el árbol que estaba podrido”
¨ En forma similar, “la culpa es que la educación está podrida” y
se llega a pensar en medidas absurdas producto del desespero (¡): “hay que eliminar la educación”.
¨ No caigamos en planteamientos tan
ridículos. Pasemos a un enfoque más serio que nos enrumba a continuar por el
camino correcto de mejorar la educación.
¨ En conclusión, quien yerra es el
hombre, entonces, hay que corregir al hombre. ¿Cómo? Con la educación misma.
Más allá de esto, la
educación tiene igual culpa como el revólver citado. ¡Es inocente!
Y ¿Cuál es el propósito de la educación? ¿Qué dicen los
expertos? Podemos con seguridad sacarla del banquillo de los acusados y
transformarla en nuestro aliado en esta conversión de nuestro planeta en un
mundo mejor
Una cosa por aclarar son las respuestas a las otras
preguntas: Porque también tienen varias respuestas, según el gusto, la
tendencia, el análisis del interlocutor, el fin buscado, la propia educación de
quién opina, etc.
Entonces, lo primero es buscar respuestas de gente
calificada. En segundo lugar, contestar la pregunta más importante que marca al
resto de ellas.
¿Cuál es el propósito de la Educación? Nos parece que
definirlo es clave. Y para responderla, consultamos lo que pensamos sea el
mejor escrito investigativo sobre el tema, por la altura y profundidad, por los
especialistas que lo realizan y por toda la información recabada que lo
respalda. ¿Qué dice este informe? “Aprender a Ser” de 417 páginas de 1973? Esta
obra es un esfuerzo colectivo de la Comisión Internacional para el Desarrollo
de la Educación; establecida por la UNESCO.
La Comisión la presidía Edgar Faure (Francia). —Antiguo
Presidente del Consejo. Ex-Ministro de Educación Nacional.
En
ese informe, en su carta al Sr. René Maheu, Director General de la Unesco el 18
de mayo de 1972 explicita las conclusiones generales a las cuales llegó la
comisión y preferimos copiar esa carta casi integra, pues no tiene desperdicio.
NOTA:
la numeración de párrafos fue añadida por quien es autor de este escrito.
(4) “Con plena autonomía y libertad para la
formulación de nuestras ideas, hemos creído que no debíamos ser neutrales”.
(5) “Cuatro postulados pueden resumir el partido
que tomamos desde el primer momento: el primero, que constituía la
justificación misma de la tarea emprendida, es el de la existencia de una
comunidad internacional que (…) su corolario es, por encima de las divergencias
y de los conflictos transitorios, la solidaridad
fundamental de los gobiernos y de los pueblos”.
(6) “El segundo es la creencia en la democracia, concebida como el derecho
de cada uno de los hombres a realizarse plenamente y a participar en la
construcción de su propio porvenir. La clave de una democracia así concebida
es la educación, no sólo ampliamente impartida, sino repensada tanto en su
objeto como en su gestión”.
(7) “El tercer postulado es que el desarrollo
tiene por objeto el despliegue completo
del hombre en toda su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de
sus compromisos: individuo, miembro de una familia y de una colectividad,
ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños”.
(8) “Nuestro último postulado es que la
educación, para formar a este hombre completo cuyo advenimiento se hace más
necesario a medida que restricciones cada día más duras fragmentan y atomizan
en forma creciente al individuo, sólo
puede ser global y permanente. Ya no se trata de adquirir, aisladamente,
conocimientos definitivos, sino de prepararse para elaborar, a todo lo largo de la vida, un saber en
constante evolución y de «aprender a ser».”
De los cuatro
postulados se puede sacar mucho. Solo con el cuarto tenemos que La educación es
para formar al hombre completo, no atomizado sino global y permanente,
para elaborar un saber en constante evolución y aprender a ser.
(…)
(9) (…) “Para responder
a una demanda de educación sin precedentes, frente a tareas inéditas y a funciones
nuevas, las fórmulas tradicionales, las reformas parciales no bastan; separando
entonces las falsas soluciones, tímidas y en realidad costosas por su misma
ineficacia, nos hemos vuelto hacia los hechos portadores de porvenir: las
actuaciones intelectuales, los enfoques conceptuales recientes y los progresos
de la tecnología, en la medida, bien entendido, en que eran implantados en una
innovación global, correspondiendo a esta finalidad de conjunto de la educación
que yo evocaba al principio: la formación
del hombre completo.”
Con estas citas del
preámbulo del informe, el Sr. Faure nos pone sobre aviso a cómo estaba la
educación hasta 1972. Advierte entre otras, la pérdida de tiempo y dinero en
reformas parciales, ante una situación crítica; y tampoco es razón de irse al
extremo de eliminar el Sistema Educativo. Qué importante es la Educación para
la vida y, por este informe, para la UNESCO, que destina sumas importantes de
dinero y una comisión de notables especialistas en el tema para su estudio y posibilidades
que se deberían aplicar para mejorarla. Como hemos dicho, de allí nace este
informe: “Aprender a ser”, cuyo
subtítulo es “La educación del futuro”. Es
tan amplio y profundo, que vale la pena dedicarle más capítulos. Sopesarlo y,
si fuera necesario, complementarlo.
Allí
propone una educación que hoy, 47 años después – no se agota. ¿Por qué? ¿Se
implementó todo lo que propone? ¿Qué cosas se están pasando por alto?
CAP. IV - La educación del futuro - como se veía en 1973
En el capítulo anterior concluimos con
esto: Ese informe propone una educación que hoy, 47 años después, no se ve. ¿Se
implementó todo si o no? Si se está haciendo lo que propone ¿Qué falta hacer?
¿Qué se está pasando por alto?
Como hemos mencionado, estamos
analizando el informe “Aprender a Ser” de Edgar Faure, como búsqueda de una
respuesta suficientemente satisfactoria a ¿Cuál es el propósito de la
Educación? Sin embargo, aún no la conseguimos. Permítanos amable lector
recurrir a otra bibliografía en cuanto a la definición de Educación. Acudimos
al libro “La Educación” – Constantes y problemática actual – de Ferrández y
Sarramona de 1977 – Cap. II – “Concepto de educación”
“En
el planteamiento de los fines desempeñan un papel decisivo una serie de
creencias previas – política, sociales, religiosas, etc. – como también un
número de ideas básicas: la idea del hombre, su puesto en la sociedad, su
trascendentalidad, etc. Queramos o no, todos estos factores intervienen en la
definición y, en último término, en la concepción de la acción educativa.”
“Hay
otros dos aspectos que también se incluyen en
el concepto de educación: la persona que interviene activamente como
elemento agente y el contenido material de esa educación (…) ¿Cuál de los dos
es más importante? No hay una sola respuesta, hay quien se parcializa por la
primera como Cousinet: (cfr)
“el principal deber del educador consiste en
estar igualmente atento a no introducir en la infancia necesidades ficticias,
mediante intervenciones inoportunas y en permitir al niño satisfacer sus
necesidades, dejando enteramente libertad a la maduración y asegurándole el
medio conveniente”
En
contraste, lo opuesto, como Durkheim que opina que es la transmisión de los
bienes de cultura por parte de las generaciones adultas a las generaciones
jóvenes. Y llegó a decir “El hombre que la educación debe realizar en nosotros
no es el hombre como lo ha hecho la naturaleza, sino como la sociedad quiere
que sea”
Continúa
el libro citando diversas definiciones
Persiguiendo
la perfección:
García
Hoz: “…es el perfeccionamiento intencional de las facultades específicamente
humanas”
Kant:
“… es el desenvolvimiento de toda la perfección que el hombre lleva en su
naturaleza”
Pio
XI: “Educar es cooperar con la gracia Divina a formar el verdadero y perfecto
cristiano”
Overberg:
“… es el medio para alcanzar el bien”
Buscando
alcanzar el fin del hombre:
Dante: “El objeto de ella es
asegurar al hombre la eternidad”
Marañón: “… es una superación
ética de los instintos”
Buscando
orden y organización:
Aristóteles: “… consiste en dirigir los
sentimientos de placer y dolor hacia el orden ético”
Influencia
humana:
Siguen
en el libro base 24 definiciones más con diversos enfoques, suponemos
obviamente que deben quedar muchas más por fuera.
No
pretendemos crear una diatriba en cuanto a cuál es la más acertada, pues nunca
podríamos ponernos de acuerdo al extremo de dejar una sola y borrar las demás.
La razón surge de la misma naturaleza humana y su libre albedrío.
Cada
quien es libre de resaltar la definición que mejor corresponda a su ideal de
educación y sus fines, es decir, el cristal que matiza nuestra definición es el
que nos dice qué esperamos de la educación. Un fin material o espiritual;
filosófico o pragmático; político o religioso; etc.
Quien
escribe estas líneas se ha reservado una definición, que para los efectos de lo
que pensamos corresponde a los mejores ideales de una educación que garantice
un mejor futuro para la persona y también para la sociedad misma, pues la misma
nos parece la más adecuada y por tanto es la última que citaremos y
comentaremos en su momento oportuno, dice así:
Spranger:
“EDUCAR
ES TRANSFERIR A OTRO, CON ABNEGADO AMOR, LA RESOLUCIÓN DE DESARROLLAR DE DENTRO
A FUERA, TODA SU CAPACIDAD DE RECIBIR Y FORJAR VALORES”
Pensará Ud. que hemos citado el informe
de la UNESCO como icono muy acertado, del cual continuaremos mostrando citas,
pues son muy sugerentes. Sin embargo, sin detrimento de la calidad de esta
publicación y sus autores, no hay tal definición concreta; hay que sacarla
entre líneas y surgirán, creemos, interesantes conjeturas. He allí el motivo de
haber transcrito la colección de citas del libro citado con anterioridad, para
comparar.
En el PREÁMBULO de “Aprender a Ser” (entresacando de las pp.
23 a 45) hay material para tratar esas interrogantes, como también resultados
acertados y fallidos y además, respuesta a las dos últimas preguntas: ¿Qué
falta por hacer? ¿Qué cosas se están pasando por alto? Abramos algunos
párrafos.
– (de nuevo recordamos que los números señalan
párrafos enumerados ordenadamente en nuestra copia, para facilitar su ubicación
de manera expedita)
I. Educación y destino del hombre – con este subtítulo
comienza el Dr. Faure, y RESALTAREMOS EN MAYÚSCULAS – o subrayado – lo que
parece importante para comentar.
(28) La educación del hombre moderno está
considerada, en un gran número de países, como problema de excepcional
dificultad, y en todos sin excepción como tarea de la más alta importancia. Constituye un tema capital, de envergadura
universal, para todos los hombres que se preocupan de mejorar el mundo de hoy y
de preparar el del mañana. La Unesco, al constituir esta Comisión internacional
se muestra, pues, fiel a los acontecimientos del calendario político
contemporáneo.
Con este comienzo estamos totalmente de
acuerdo que la educación es vital e insustituible para la humanidad.
(29) En todos los países donde existe un sistema educativo tradicional
largamente experimentado, y del que se pensaba que bastaría con aportarle
de cuando en cuando algunos pequeños perfeccionamientos, algunas adaptaciones
semiautomáticas, este sistema suscita una avalancha de críticas y de
sugerencias, que, a menudo incluso llegan a ponerle en tela de juicio en su
conjunto.
(…) Ya
nos surge una inquietud, comenzando el preámbulo en este párrafo y el que sigue.
¿Ciertamente en la educación habrá un peligro para la humanidad?
(36) La gran mutación en curso pone en duda la unidad de la especie, su
porvenir, la identidad del hombre en cuanto tal. Lo que hay que temer no es
sólo el penoso espectáculo de graves desigualdades, de privaciones y
sufrimientos, sino una verdadera dicotomía del género humano, que se traduciría
en grupos superiores y grupos inferiores, en dueños y en esclavos, en
superhombres y en homínidos. Ello se traduciría no sólo en riesgo de conflictos
y desastres (pues los medios actuales de destrucción masiva pueden muy bien
hallarse a disposición de grupos desheredados e insurrectos), sino una amenaza
esencial de deshumanización que alcanzaría indistintamente a privilegiados y
sacrificados, pues todo hombre se sentiría ofendido por la ofensa hecha a la
naturaleza humana.
II. La Revolución científica y técnica. Educación y democracia
(…)
(41) Por otro lado, a la larga, la educación apela, acompaña o consagra a la evolución social y política,
así como a la evolución técnica y económica. Sujetos más instruidos tienden
a afirmarse como ciudadanos, y si lo son en mayor número, tienden a plantear una reivindicación democrática. La idea que
consiste en presentar las instituciones de enseñanza como fuerzas puramente
conservadoras, incluso represivas, no es exacta. Sin duda, toda institución es por naturaleza estabilizadora, y, por
otra parte, la actividad misma de la enseñanza comporta una tendencia a la
repetición, una búsqueda y un culto de la forma. De la fórmula y de la
formulación, lo mismo que la actividad jurídica. Este doble rasgo deviene más
claro en épocas de mutación rápida: entonces la educación parece contrariar el
movimiento que ella provoca. Además los poderes públicos pueden estar
tentados de arrogarse el control del sistema educativo y de hacer de él un
instrumento de represión, pero la historia
demuestra que estas experiencias raramente se ven coronadas por el éxito. A
menudo las enseñanzas más retrógradas han nutrido en su seno a las élites más
revolucionarias.
(…)Aquí
subrayamos de dos maneras el párrafo para enfatizar una gran diferencia de
fondo en el texto “consagra(n) a la evolución social y política (y) tienden a plantear una reivindicación democrática.
Sin duda, toda institución es por naturaleza
estabilizadora, en contraste afirma
que pretender presentar las instituciones de enseñanza como fuerzas
puramente conservadoras, incluso represivas, no es exacta (…) los poderes
públicos pueden estar tentados de arrogarse el control del sistema educativo y
de hacer de él un instrumento de represión pero la historia demuestra que estas
experiencias raramente se ven coronadas por el éxito.
A menudo han nutrido a las élites más revolucionarias.
Los autores de este informe plantean, y
no es censurable, el triunfo de la justicia y la democracia, estabilizándose
entre las trampas del mal. Pero, ya para 1972-73, se veía que esa sombra que ha
querido dominar la civilización y, (similar a la vacuidad de la historia sin
fin) había realizado sus intentos saliendo a la larga vencida - aunque aún existía un conjunto de países bajo
el comunismo. Pero aún así, suponemos que por aquello de que el ser humano
juzga las cosas según sus convicciones, el equipo redactor de la UNESCO
concluye que el resultado iba hacia mejor.
Nadie imaginaba que a finales del siglo
XX y comienzos del siguiente resurgiría el comunismo con más fuerza y odio
dominando a Venezuela. Y, en forma similar al grupo de personalidades de la Comisión
del informe “Aprender a Ser”, innumerables países jamás “vieron venir” un grupo
que desafiaba abiertamente al mundo mintiendo, robando y asesinando.
Conclusión importante de esta entrega de
hoy: si no somos ingenuos y aspiramos a recoger manzana, debemos sembrar
semillas de manzanos, porque nadie da lo que no tiene.
CAP. V - Aprender a Ser – Qué
es educar y el Informe UNESCO
Antes de continuar avanzando con más del
informe, volvamos sobre algo no tratado suficientemente en el capítulo
anterior. La definición que dejamos resaltada en mayúsculas para tratarla
después, la de Spranger:
“Educar es transferir a otro, con abnegado amor, la
resolución de desarrollar de dentro a fuera, toda su capacidad de recibir y
forjar valores”
Que podemos concatenar con unos
fragmentos entresacados, ya escritos pero también sin comentar, de Faure:
#36 “Lo que hay que temer no es sólo el
penoso espectáculo de graves desigualdades, de privaciones y sufrimientos, sino
una verdadera dicotomía del género humano, que se traduciría en grupos
superiores y grupos inferiores, en dueños y en esclavos, en superhombres y en
homínidos.”
Por culpa de la “mala influencia de la
educación” y ampliado en
#33 “si (los) países (más necesitados) conocen
su propio interés, no pueden menos de pensar que una mejor cooperación
internacional, un intercambio más libre y sistemático de documentación y de
experimentación, les permitirá progresar con gastos mucho menores y a ritmo
mucho más rápido. Mas las realizaciones en este campo siguen siendo débiles y
esporádicas.
(34) Pero sobre todo esos países no
pueden dejar de mirar al resto del mundo.
(35) Mientras ascienden hacia las cimas
del conocimiento y del poderío, ¿cómo no han de sentir inquietud, y en seguida angustia, al
considerar esas vastas zonas de sombra que marcan sobre el planeta una geografía
de la ignorancia, (…)? No sólo es deseable sino también urgente que en la gran
mutación del mundo moderno las disparidades económicas, intelectuales y cívicas
no se agraven;(…).”
Por tanto nuestra conclusión importante
del capítulo anterior: nadie da lo que no tiene.
A pesar de estar expresado con bastante
claridad, por una instrucción diferencial entre pueblos que dan origen a
dominantes y dominados, está tan complicadamente redactado, que se pierde el
llamado de alerta.
Por eso hacemos notar en nuestro escrito
un término de urgencia y cuidado, al decir que “nadie da lo que no tiene”.
No basta impartir conocimientos que
capaciten con una cierta igualación intelectual y técnica, sino que además se
deben transmitir valores – como reza la definición de Spranger y que en el informe, no está ausente,
pero sí velado.
¿Por qué lo afirmamos? Porque
precisamente, si se dijera más directa y claramente, no habría necesidad de
expresar en otro párrafo el temor de la absurda, peligrosa e inhumana
diferencia entre un pueblo y otro.
A comienzo del primer capítulo decíamos
que esta crisis actual es crisis de santos, cambiemos la palabra “santos” por
“valores” y nos suena de inmediato un comentario a voz pópuli… “Crisis de
Valores”
Volveremos sobre el tema de los valores,
es vital. Pero, sigamos viendo cómo hace énfasis en otros aspectos técnicos y
citando los valores, sin darle importancia, pues asegura que la victoria entre
el bien y el mal la tendrá con toda seguridad y automáticamente el primero.
(43) “Pero
hasta ahora nada se había producido que fuese comparable a las consecuencias de
lo que se llama la Revolución
científico-técnica”.
(…)
(45) “Por otro lado, a diferencia de la Revolución industrial del siglo XVIII
y del primer maquinismo, que reemplazaba y multiplicaba las facultades humanas
en sus aspectos físicos y musculares, la Revolución científica y técnica ha
conquistado el campo mental, por la transmisión inmediata de las informaciones
a todas las distancias, y a la vez por la invención, perfeccionada cada día, de
las máquinas calculadoras y racionales”.
(46) “Este fenómeno afecta necesariamente a la humanidad en su conjunto”.
(47) “Así como los efectos de la expansión económica “son muy diferentes”
según las regiones del mundo y según las categorías sociales, la revolución de
los mass-media y de la cibernética alcanza a todo el mundo y a todos los países…”
(Aquí, aunque no lo expresa
abiertamente, deja entrever que la tecnología llega y da oportunidades por
igual a todo el planeta, pero, si el recipiente de esa oportunidad, no está
capacitado de manejarla como es debido… ¿serán acertadas sus elecciones
siempre?).
…“No hay un solo ser humano (¡) que no pueda llevarse a la oreja un
transistor, emitir sonidos en un micrófono o poner en marcha, pulsando un
simple botón, una serie indefinida de mecanismos de la más alta complejidad,
desencadenando los efectos más variados y más considerables. La evolución
científica y técnica plantea, pues, los problemas del conocimiento y de la
formación con una óptica enteramente nueva —la de un hombre enteramente nuevo
en cuanto a sus posibilidades intelectuales y activas —, y los plantea, por
primera vez, con una óptica verdaderamente universal (?)”.
(Preguntamos: ¿Absolutamente todos los
hombres por igual alcanzarán ese ideal? ¿No estaremos cayendo de nuevo en las
teorías románticas de Rousseau o de Sommerhill?)
(48) “Por su carácter informacional —en el sentido general del término—posee
la propiedad única de poder captar el espacio en su mayor dimensión, el tiempo
en su medida mínima y el número en toda la escala de sus cifras. Así se
diferencia de todas las mutaciones históricas con las que se la compara a veces,
tales como el Renacimiento o la Revolución industrial, cuyos mensajes “sólo
pudieron difundirse a ritmos muy desiguales”, según las diferentes partes del
mundo e incluso según los sectores de la población”.
(49) “Este es un dato que se impone al espíritu, pero es preciso subrayar que
no siempre se piensa en deducir de él las consecuencias lógicas.”
(Como nos podemos dar cuenta, tales
consecuencias lógicas, no son tan lógicas, pues lo que se deja entrever y que
los autores deducen, no es lo que necesariamente pasa en realidad, a veces se
da lo contrario y ambas deducciones son lógicas – y sin alguien que oriente el
razonamiento, se dará una u otra, indistintamente).
(50) “Por último, el problema de la democracia se plantea de una manera más
impresionante todavía. De una parte, en efecto, todos los pueblos sienten ahora la aspiración
a la democracia, independientemente de cuál sea su P. N. B., y su tasa de
escolarización. Pero, al mismo tiempo, aspiran a un tipo de democracia
diferente del que hemos conocido hasta ahora.”
(52) “Este es un campo en el que
ningún pueblo se encuentra verdaderamente satisfecho de su progresión y de su
promoción.”
Y es un campo en el cual la formación de
la personalidad humana desempeña un papel decisivo.
(53) “Por un lado, efectivamente, el desarrollo de
los mass-media da a los poderes políticos o económicos medios extraordinarios
de CONDICIONAMIENTO DEL INDIVIDUO, (Cuidado) bajo cualquier
aspecto que le consideremos, pero sobre todo como consumidor y como ciudadano. Es por tanto,
preciso que éste PUEDA RESISTIR EL RIESGO DE ALIENACIÓN DE SU PERSONALIDAD,
que va implícito en las formas obsesivas de la propaganda y de la publicidad,
en el conformismo de los COMPORTAMIENTOS QUE PUEDEN SERLE IMPUESTOS DESDE EL
EXTERIOR, en
detrimento de sus necesidades auténticas y de su identidad intelectual y
afectiva.
Por otra parte, las máquinas de operaciones racionales le expulsan de un
cierto número de dominios donde él tenía al menos la impresión de moverse
libremente y determinarse a su arbitrio. Esta innovación DEBE, sin embargo, VOLVERSE
EN SU FAVOR, protegiéndole de un gran número de errores y liberándole de
muchas necesidades y restricciones (¿Cómo?). El conocimiento de la necesidad de la
restricción libera, A CONDICIÓN DE QUE ESTE CONOCIMIENTO SEA ASIMILADO E
INTERPRETADO CONSCIENTEMENTE. Luego es indispensable que cada uno pueda, en la medida
irreductible que le corresponda, ser su propio agente de decisión y
responsabilidad.
¿Cómo puede ser esto último, si nadie se
lo enseña? Prueba de esto son los resultados que la historia nos da en
múltiples ejemplos en los cuales un hombre común o un grupo, bien terroristas o
gobernantes ciegos de ambición, que vienen a ser lo mismo; utilizan sus
conocimientos, adquiridos a través del estudio, como armas letales contra sus
propios educadores o contra un pueblo en general.
En este capítulo hemos expuesto, creemos
que suficientemente, como reza el dicho y mediando las distancias
evidentemente, que: “cada ladrón juzga por su condición”. Nos referimos a que,
los autores del informe son personas de muy alto nivel cultural y por ello, su
lógica para razonar y deducir cuál será la actitud de los pueblos al recibir
una nueva educación corresponde a lo que harían ellos en esa situación; ¿Qué
está faltando para acertar la deducción? Un poco de empatía, pero bien
informada de la realidad de esos pueblos y personas para ser más asertivos.
Supongo que el razonamiento es entendido
por la mayoría de las personas; sin embargo, me queda la duda, siendo
consciente de que ciertamente existen personas para quienes les resulta
prácticamente imposible ejercer la empatía, aunque la entiendan.
Voy a insistir con un ejemplo en primera
persona y vivido en la Venezuela que nos ha tocado vivir. Muchas veces, a lo
largo de la vida o en los estudios de historia antigua, hemos oído de grandes
conflagraciones en ciertos pueblos de Europa o de América por su libertad. Sin
embargo, cómo es de difícil entender eso empáticamente. Por mucho esfuerzo de
imaginación, hay personas, entre ellos nosotros que nos cuesta mucho.
Ahora, nos ha tocado vivir a nosotros
una posición de necesidades inenarrables. Concretamente (y a modo de ejemplo
entre muchos), sentir hambre y tener muy poco para comer y darle a nuestra
familia, es sumamente doloroso; y en medio de esa necesidad encontrarte cada
día, no con uno, sino con muchos que están más hambrientos que tú y que están
comiendo literalmente desperdicios de comida sacados de la basura de la calle y
se los llevan a la boca. ¡Dios, por favor! … hay que vivirlo para sentirlo.
Perdonen pero, hay situaciones límites
que superan la empatía o capacidad de entender y acompañar a un ser próximo en
su sufrimiento. En lo referente a la educación “entendiendo al alumno” para
saber qué necesita y cómo planteárselo, nos encontramos en un punto de
inflexión. Si tomamos el dicho “Cada cabeza es un mundo” como bastante
acertado y cercano a la realidad, es prácticamente imposible para todos los
educadores – salvo honrosas excepciones – acertar siempre en saber “cómo piensa
cada alumno”.
¡No siempre se pueden acertar
deducciones poniéndonos en el lugar del otro sin conocerlo a fondo!
CAP. VI (A) – Ahora contemplamos la “educación Siglo XXI”
Sigamos contestando interrogantes
dejadas por el camino.
¿Qué se está pasando por alto hoy y
ahora en la nueva educación con vistas al futuro? ¿Qué es lo que falta en la
educación, que no se está dando?
Para responder a este planteamiento
volvemos a retomar el hilo de las ideas expresadas en el Informe Faure…
(45) “Por otro lado, a diferencia de la Revolución industrial del siglo XVIII
y del primer maquinismo, que reemplazaba y multiplicaba las facultades humanas
en sus aspectos físicos y musculares, la Revolución científica y técnica ha
conquistado el campo mental, por la transmisión inmediata de las informaciones
a todas las distancias, y a la vez por la invención, perfeccionada cada día, de
las máquinas calculadoras y racionales”.
(46) “Este fenómeno afecta necesariamente a la humanidad en su conjunto”.
Como dijéramos en el capítulo anterior, estos dos párrafos obligan a un
comentario más extenso que hacen que los consideremos aparte del texto
anterior.
Aquí nos encontramos a estas alturas del siglo XXI, casi ya medio siglo
después del analizado informe Faure. Las máquinas calculadoras y racionales han
sido llevadas a unos niveles de calidad del tratamiento de la información y
conversión de dichas máquinas en una tecnología que nos acerca a la ciencia ficción
y que nunca hubieran imaginado los autores de tan importante documento. ¿Cómo
incluir en la educación de nuestros niños algo tan actual y no dejarlo fuera?
En el devenir de la mayoría de las revoluciones, generalmente las mismas
escapan incluso de las manos de sus creadores. Tienen vida propia, llegan hasta
el colmo de sacrificar a sus promotores, como sucedió en la revolución
francesa, que muchos de sus protagonistas murieron en la guillotina estrenada
con dicho movimiento. Otras veces, ha sido la misma revolución la que muere,
pues el pueblo donde se siembra, no está preparado para unos cambios tan
drásticos y por tanto, sus creadores la abandonan o fracasan en sus intentos de
“vender” su entusiasmo.
Pero, si la revolución que estamos contemplando avanza a la velocidad de
la electrónica los problemas suscitados por ella vienen a ser otros. El primero
es que en el caso de toda la revolución de la informática no fue planeada como
tal; es decir, ella ha salido de las manos y las mentes de unos cerebros
innovadores que no todos visionaron o pensaron jamás llegar intencionadamente a
donde han llegado.
Lo comentado causó grandes grietas en sus comienzos. Algunos exhibieron
una ambición desmedida, al visualizar las sumas de dinero que estaban
manejando. Otros, con una visión más altruista prácticamente regalaron su
trabajo, al no hacer registros de patentes, etc.; algunos, al contemplar la
fuerza del arrastre que tenía todo ese material que estaban manejando, tuvieron
miedo de no poder manejarlo y se retiraron, retrocedieron a sus hogares seguros
y pasaron la página. Hubo incluso, quienes llegaron a advertir al mundo que
estaban despertando un “monstruo” y los peligros que le eran colaterales, para
tratar de frenarlo y doblegarlo. En realidad, no se percataron que ese
“monstruo” era imposible detenerlo y que no quedaba más remedio que unirse a
él, pues, si no se avanza con él, a su ritmo y velocidad, te atropella y mueres
o igual se muere finalmente fuera de ella, en cualquiera de los casos
enumerados con anterioridad, hubo que quitarse de su camino y dejar que él
siguiera avanzando.
No es que el hombre no estuviera preparado para estos acontecimientos,
sino, por el contrario, estaba mal preparado… o mejor dicho, “estamos mal
preparados” para este advenimiento disruptivo. Si no hubiésemos estado
preparados, reaccionaríamos mejor por aquello de verse obligados a pensar cómo
hacerlo, pero... ¿Quién nos ha preparado mal? La literatura fantástica y las
películas de ciencia-ficción nos han dado argumentos suficientes para generar
un miedo atávico a esos “monstruos del futuro que vienen a dominarnos”
En este caso hablamos de la revolución informática, como destacan en el
escrito analizado, es que la
Revolución científica y técnica ha conquistado el campo mental, pero dicha revolución se le escapa
al campo de la instrucción. Porque no solo estamos hablando de las tan útiles
TIC’s que ya le están ayudando a algunos educadores a plantearse unas nuevas
alternativas en la técnica de educar y por tanto, ya está cambiando el modo de
verlas como algo muy útil. Para otros educadores son un dolor de cabeza
aterrador. Y para otros son un nuevo reto, no ya en el campo de la educación
explícita, sino en las nuevas profesiones que se avecinan, que ya están aquí,
con todos los avances de la Robótica que plantean un universo sin límites en
cuanto a la interconexión del cerebro al computador, como un auxiliar en tiempo
real del manejo de la información y conocimientos según se necesiten por parte
del usuario.
En resumen, cuando se creía que por fin
la educación estaba alcanzando al conocimiento y se podría educar en tiempo
real, la tecnología tuvo un aceleramiento que nos dejó muy atrás a muchos
educadores; tanto, que los docentes de informática, no eran docentes, eran
informáticos prestados a la docencia enseñando todo lo concerniente a las
computadoras; tema ignorado por los docentes, pero los que enseñaban la
informática eran ignorantes de las ciencias pedagógicas, lo que también, es una
desventaja.
Sigamos avanzando…
(53)
La
llamada democracia formal, que sería un error tratar con desprecio, pues ha
marcado un progreso inmenso, ve superada su función. La delegación de poder, consentida para
un período fijo, tenía la ventaja, que conserva, de proteger al ciudadano
contra la arbitrariedad y asegurarle un mínimo de garantías jurídicas. Pero ya no basta para asegurarle ni una
parte suficiente en los resultados de la expansión, ni la posibilidad de actuar
sobre su propio destino en un mundo de movimientos y de cambios, ni la de sacar
el mejor partido de sus capacidades virtuales.
(54)
La era de la
tecnología aporta incontestables beneficios y abre vastas perspectivas, pero
todo esto tiene su contrapartida.
Los sabios nos ponen en guardia contra diversos peligros, cuya pintoresca
presentación enmascara a veces su carácter alucinante: el pulular de la especie
humana hasta un punto de absurda densidad, la devastación de los suelos y
paisajes, la asfixia de las ciudades, el agotamiento de los recursos
energéticos y alimenticios, la fusión de los hielos polares creando un nuevo
diluvio, la invasión de la atmósfera por partículas químicas destructoras de la
inteligencia, etc.
(…)
(56)
(…)
Es preciso, por tanto, proseguir el crecimiento, pero, para conjurar sus
peligros y reducir sus perjuicios, es necesario que las colectividades puedan
organizar democráticamente las prioridades y las disciplinas necesarias, lo que
supone hombres suficientemente instruidos, informados y
conscientes.
CAP. VI (B)– …O enfrentamos una “supuesta educación Siglo XXI”
Pido
perdón que en el subtítulo esté enfocando como “supuesta” la educación actual
que proponen ilustres y preocupados educadores; algunos de ellos no son
conocidos por quien escribe, pero eso no quiere decir que sean ignorados o
malos. A lo que voy y espero entiendan mi punto, es que he encontrado en mi
análisis que aun no hemos tocado fondo con el verdadero problema de la
educación.
Con
la “Educación del Siglo XXI” se están atacando los síntomas del problema de la
Educación y su crisis: abandono de los estudios, bajo rendimiento, fastidio en
las clases, desmotivación, ofertas más atractivas en el campo de trabajo,
profesionales con poca preparación, etc. Con esos nuevos métodos se está
logrando subir la calidad del conocimiento adquirido por los alumnos. Sin embargo, como hemos visto en la primera
parte de este capítulo, aun no se cubre toda la moderna tecnología que hay y la
que está por venir a la vuelta de la esquina ¿Es este todo el problema? ¿Se
soluciona así? No, esta solución es un espejismo, el problema subsiste. Y
volvemos a la pregunta del capítulo anterior ¿Para qué educamos?
Supongamos
que logramos encontrar una educación donde los alumnos aprendan con entusiasmo,
la mayoría de los conocimientos, y que los mismos sean los más actuales. Que
los alumnos se gradúen con notas excelentes y sean felices empleando sus
conocimientos en su vida profesional y ganen mucho dinero. Además, sepan
emplear la tecnología de punta y emergente de forma magistral.
Ya estamos asomando pistas de que en
este documento no todo es dominio, conocimiento y manejo de tecnología. Veamos
fragmentos de los párrafos al comienzo de esta sección
(#53 a #56) proteger al ciudadano
y asegurarle un mínimo de
garantías jurídicas (y) la de
sacar el mejor partido de sus capacidades virtuales, es necesario que las
colectividades puedan organizar democráticamente las prioridades y las
disciplinas necesarias, lo que supone hombres suficientemente instruidos,
informados y conscientes.
A esto se le añade el siguiente párrafo.
(57) Es preciso que el hombre
nuevo sea capaz de comprender las consecuencias globales de los comportamientos
individuales, de concebir las prioridades y de asumir las solidaridades que
componen el destino de la especie. Un crecimiento orientado a la calidad de
la vida y a la busca (búsqueda) de los equilibrios humanos no puede ser
sólo obra de los gobiernos, agobiados por sus problemas de gestión y a menudo
enredados en sistemas de prejuicios. Sólo la opinión pública de los países, si llega a formar una
opinión mundial, podrá imponer medidas tan simples y tan evidentemente
necesarias, pero indefinidamente eludidas, como la renuncia a las armas
atómicas y la afectación a obras vitales de una parte de los créditos
estérilmente invertidos en la preparación de guerras. Para que la
inteligencia popular pueda acceder a esta función, que está a su alcance, es
preciso que tome conciencia de sí misma, de sus aspiraciones, de su fuerza, que
se «des-fatalice» y, si puede decirse, se «des-resigne», y esta seguridad
psicológica sólo puede dársela una educación ampliamente abierta a todos.
(58) Se trata, pues, por una parte, de reforzar la
exigencia de la democracia, que aparece ahora como el único medio de impedir
que el hombre se convierta en esclavo de la máquina y como el único estado
compatible con la presunción de dignidad que implican los logros intelectuales
de la especie; de desarrollar el concepto mismo de democracia, que ya no
podría estar limitado a un mínimo de garantías jurídicas protegiendo al
ciudadano de la arbitrariedad del poder en una sociedad de subsistencia,
sino que debe permitirle participar en las responsabilidades y en las
decisiones inseparables de una sociedad promocional; por otra parte y
paralelamente, sería
el único medio capaz de reforzar la exigencia de educación, pues la relación de
igualdad democrática no podría existir —o seguir existiendo- entre clases
separadas por una desigualdad de instrucción demasiado grande, y de recrear el objeto y el contenido de
la educación teniendo en cuenta a la vez los nuevos caracteres de la sociedad y
los nuevos caracteres de la democracia.
(59) Esta es la razón de que la
Comisión haya insistido en el hecho de que la educación debe ser considerada
como un sector político, en el que la importancia de la acción política es
particularmente decisiva.
Por tanto, la escuela debe permitir que dentro de la actividad escolar se ensaye el juego político, sin exagerarlo,
pero que permita que los actores de las futuras generaciones ensayen esa parte
importante de la vida social y en cuyo caso, los educadores, serían
catalizadores de ese juego político, para que se dé verdaderamente bien,
corrigiendo los errores que surjan.
(60) Como estas exigencias nacen, al
menos en su nuevo vigor, de la Revolución científica y técnica, es preciso
además que en toda acción educativa se ponga el énfasis:
— por una parte, en una concepción común que se podría calificar de
humanismo científico. Es decir, una concepción humanística, ya que coloca en
el centro de sus preocupaciones al hombre y su pleno-ser, concebido como una
finalidad; una concepción científica, toda vez que el contenido del
humanismo quedará definido —y por tanto enriquecido— por todo lo que la
ciencia continuará aportándonos de nuevo en el dominio de los conocimientos
sobre el hombre y el mundo;
(61) — por otra parte, sobre la
tecnología, es decir, la aplicación sistemática de la ciencia, y, de un modo
general, del conocimiento organizado, a tareas prácticas y concretas,
permitiendo al hombre no sólo comprender mejor los procesos objetivos que le
rodean, sino sobre todo asegurar mejor la eficacia de su acción global.
(62) Esta es la razón de que la
Comisión haya considerado como esencial que la ciencia y la tecnología se
conviertan en los elementos omnipresentes y fundamentales de toda empresa
educativa; que ellas se inserten en el conjunto de las actividades educativas
destinadas a los niños, a los jóvenes y a los adultos, a fin de ayudar al
individuo a dominar no sólo las fuerzas naturales y productivas, sino también
las fuerzas sociales, y al hacerlo adquirir el dominio de sí, de sus elecciones
y de sus actos; finalmente, que ellas ayuden al hombre a impregnarse de
espíritu científico, de manera que promueva las ciencias sin convertirse en su
esclavo.
¿Quién
le pone el cascabel al gato? O, con más precisión… ¿Quién va a domar la fiera
que hay dentro de cada ser humano? Sigo subrayando, tomando las palabras del
documento: “a fin de ayudar al individuo a dominar no sólo las fuerzas
naturales y productivas, sino también las fuerzas sociales, y al hacerlo
adquirir el dominio de sí, de sus elecciones y de sus actos.” ¿Cómo se va dar
esto? Lamentablemente el documento no hace énfasis en esa enseñanza humanista,
es más, subraya que al hacer (que) la ciencia y la tecnología se conviertan en
los elementos omnipresentes y fundamentales de toda empresa educativa, eso
bastará para que por obra de magia – y no lo
digo a modo de burla, con todo respeto – se dé esa educación humanista y
humana. Pero subrayo la pregunta con la cual comenzamos este capítulo:
¿Qué es lo que falta en la educación, que no se está
dando? No parece obvia la respuesta, por lo que es necesario extenderse, de eso
se trata la próxima sección, pero sí nos atrevemos a decir, que si aún le
faltan elementos imprescindibles para evidenciarse como una educación
futurista, es válido que la tildemos de “supuesta educación siglo XXI”.
PARTE III -
LO QUE DEBE SER LA PERSONA, PROTAGONISTA Y MOTOR DE LA SOCIEDAD COMO DEBE SER:
CAP. VII – ¿Qué nos Falta para hacer la Verdadera Nueva Educación? Lo obvio “Valores y Principios”
¿Se acuerda Ud. del ejemplo del piloto y
quién le envolvió el paracaídas? En el ejemplo del capitán Blumb, dice que él
no saludaba a ese marinero humilde en el portaviones. Esto nos da pie para, en
otro caso, observar como un simple saludo, un “buenos días” salvó la vida de un
hombre.
Esta historia no tiene que ver con
pilotos ni guerra. Es la de un gerente de una gran compañía multinacional. Su
nombre lo ignoro y buscaba la referencia en mi biblioteca y no apareció. Lo
importante es la enseñanza que nos va a transmitir.
Según cuenta el vigilante de la garita
de entrada, este gerente era la única persona que le daba los buenos días, le
llamaba por su nombre y le hacía cortas preguntas sobre su familia cada vez que
pasaba de entrada o de salida.
Un día, este gerente antes de retirarse,
se fue a hacer una revisión de los talleres y entró en una de las cavas de
refrigeración que le llamó la atención y al entrar, no se percató de ponerle un
soporte a la puerta y esta se cerró de inmediato tras él. Dicha puerta solo se
podía abrir desde afuera y nuestro gerente infructuosamente intentó abrir la
puerta, le dio golpes y nada. Era viernes y ya no había nadie en la empresa, el
pobre hombre se aterró de pensar que tendría que pasar el fin de semana allí
dentro, sin que alguien supiera de él, pues a nadie le dijo que estaría allí.
Pasado un cierto tiempo que a él le
pareció que fue eterno, pues se moría de frio, la puerta se abrió. Era el
vigilante de la garita. Al encontrarse ambos, el gerente se lo agradeció mucho,
pero le preguntó porque lo buscó allí. Respuesta: Ud. es la única persona que
me saluda al entrar y se despide al salir. Al darme cuenta que Ud. no había
pasado, supuse que se había quedado trabajando, pero como pasaba el tiempo y no
sabía nada de Ud. me puse a buscarlo, vi su vehículo, luego fui a su oficina y
vi sus cosas y la luz encendida, todo me indicaba que Ud. estaba aun en la
fábrica, pero no sabía dónde y supuse que algo le había pasado y me dije que no
podía dejar de buscarlo hasta que lo hallara.
¿A quién le debe este gerente su
salvación? Una respuesta inmediata sería a la atención del portero, `pero la
respuesta remota va más lejos que a su buena educación, y llega a sus mentores
¿A quién le debe este gerente sus buenos modales? La buena educación de la
cortesía, que se siembra en el hogar, riega la escuela, pero se nutre y
perfecciona en la convivencia social diaria y los medios.
¿Se acuerda Ud. que hay otra pregunta
que aún no se ha contestado?… ¿Quién tiene el deber de educar? Es evidente que
todo y todos contribuyen a una buena educación o a su deterioro. La buena
educación – que sabemos que no es estudio y cultura general – es obligación de
toda persona que medianamente exhiba un respeto a las normas de cortesía, que
se dicen normas porque se han instaurado entre las personas educadas. Son un
acuerdo tácito, pero conveniente, que da buenos resultados. Los buenos modales
no le quitan nada a nadie, pero actúan como la grasa que elimina la fricción
entre las piezas mecánicas. Entre los seres que conviven se hace más cálido el
trabajo invirtiendo un poco de tiempo en detalles agradables, cultivando amistades
y no siendo unos seres anónimos que no convivimos, sino que compartimos nuestra
soledad entre desconocidos.
Las personas nacemos como seres humanos
por naturaleza, pero la cualidad de humano no es automática, es una potencia
que hay que ponerla en juego y habituarse a realizarla cada vez mejor. Y puede
desatollarse en un ambiente accidentalmente propicio, con el tiempo y el
ejemplo, pero de manera imperfecta; o acelerarse en un ambiente ex profeso,
cuidadosamente educativo.
Y, también puede arruinarse, si, por el
contrario el ambiente se opone y deseduca.
Un ambiente intencionalmente humano, no
lo es todo para el progreso. Pero es la base sobre la cual se construye todo el
progreso de una nación. Dicho de otro modo, si no existe el basamento, se
pueden manejar los conocimientos, pero no saber qué hacer con ellos y/o
utilizarlos mal, en detrimento personal y de la sociedad.
La educación de calidad, no es solamente
para el trabajo como se expone en las siguientes líneas del documento de Faure.
Es para la vida.
III. La mutación cualitativa. La motivación y el empleo
(…)
(65) (…) En efecto, el sistema
educativo de los países desarrollados presenta siempre, al menos en un gran
número de casos, la doble característica de ser, de una parte, pre tecnológico
en cuanto a la enseñanza misma, y de otra, elitista en cuanto a su
reclutamiento social (bien entendido, tratándose de un nivel elevado de
estudios). Este mismo sistema, con estas mismas características, es el que se
ha implantado generalmente en los países subdesarrollados, donde presenta el
inconveniente suplementario de no adaptarse al medio cultural ni al medio
social y humano.
(66) Se trata, pues, en los dos
casos, por una parte, de pasar de lo pre tecnológico a lo tecnológico; por
otra, de construir una enseñanza ampliamente popular a partir de un sistema
educativo todavía restringido a una minoría de ingresados, a los que garantiza,
más o menos, las correspondientes salidas en los empleos superiores de la
economía y de la administración. Esta doble transformación debe, en buena
lógica, realizarse en un solo movimiento. Pero no siempre ha sido así. Por
consiguiente, ciertos países desarrollados, que creyeron haber creado una
enseñanza de masas sin hacer al mismo tiempo una enseñanza tecnológica y
moderna, han fracasado prácticamente en su empresa. Este fracaso se ha revelado
en el débil índice de alumnos salidos de las clases populares que llegan a
ingresar en la enseñanza superior, mientras que, de una parte, el ejemplo de
otros países y, de otra, trabajos científicos de crédito demuestran hasta la
evidencia que las capacidades intelectuales están repartidas casi por igual
entre las diferentes categorías sociales y los diferentes niveles de fortuna.
(67) En consecuencia, estos países
llamados «desarrollados» se encuentran, desde el punto de vista educativo, en
presencia de lo que se puede llamar, por extraño que parezca, una situación
interna de subdesarrollo. Sus alumnos salidos de las capas populares presentan,
al menos de un modo relativo, síntomas de inadaptación y de fracaso análogos a
los que se observan en los países ex-coloniales en presencia de los productos
de una enseñanza occidental «superficial».
(…)
(75) La enseñanza democrática moderna
reclama QUE SEA REANIMADA LA MOTIVACIÓN NATURAL que lleva al hombre al
conocimiento, y al mismo tiempo EXIGE PONER EN MARCHA EL MECANISMO
DIPLOMA-EMPLEO que la economía de muchos países (incluso desarrollados) no
siempre podrá garantizar.
(…)
(80) Como la era
científico-tecnológica implica la movilidad de los conocimientos y la
renovación de las «innovaciones», la enseñanza debe consagrar un esfuerzo menor
a la distribución y al almacenamiento del saber adquirido (aunque sea preciso
desconfiar, en este dominio, de las exageraciones) y PRESTAR UNA
MAYOR ATENCIÓN AL APRENDIZAJE DE LOS MÉTODOS DE ADQUISICIÓN (APRENDER A
APRENDER). Correlativamente, puesto que será necesario revisar y
completar los conocimientos durante todo el curso de la vida, es posible sacar
de ello consecuencias en cuanto a la reducción de la duración de los estudios y
a la articulación de las iniciaciones teóricas y de las experiencias
profesionales durante los ciclos que hoy día son a veces desmesuradamente
alargados en la enseñanza superior. ¿NO ES UNA EXTRAORDINARIA ANOMALÍA EL QUE
en una época donde la teoría se conjuga esencialmente con la aplicación y
donde, biológicamente, EL SER HUMANO ACCEDE CADA VEZ MÁS PRONTO A LA MADUREZ,
LOS ESTUDIANTES puedan deambular hasta los veinticinco años y aún más en este
vestíbulo que LES TIENE ALEJADOS DE LA VIDA REAL, DE LA ACCIÓN PRODUCTIVA, DE
LA AUTONOMÍA DE LA DECISIÓN Y DE LA RESPONSABILIDAD?
(81) SABEMOS QUE EL MODELO ACADÉMICO, todavía
prestigioso en tantos países y que produce, en ciertas condiciones de época y
de sociedad los resultados que de él se esperaban, SE ENCUENTRA HOY DÍA PASADO
DE MODA Y SOBREPASADO, no sólo ante las clases populares, sino incluso para el
uso de la juventud burguesa, en favor de la cual había sido concebido.
Reproduce imperturbablemente los tics de las generaciones precedentes. ES
EXAGERADAMENTE TEÓRICO Y MEMORISTA. FAVORECE LA EXPRESIÓN ESCRITA REPETITIVA Y
CONVENCIONAL EN DETRIMENTO DE LA EXPRESIÓN ORAL, DE LA ESPONTANEIDAD Y DE LA
BÚSQUEDA CREADORA.
Ya vimos, como se le da una importancia
“material” y utilitaria. Además continúa con que es anticuada y busca enfatizar
la espontaneidad creadora. Perdón que insista, pero es vital ¿Y los valores?
Afirmamos que la educación de calidad, no es solamente para el trabajo sino
para algo más importante y significativo: para la vida. Porque, este factor
está ausente en muchas nuevas posturas educativas.
CAP. VIII (A) – ¿Aprender a Ser Qué? Aprender a Ser Gente
Ya hemos afirmado que la educación de
calidad, no es solamente para el trabajo, sino para algo más importante y
significativo: para la vida. Y, en el párrafo 84 del informe Faure, se nos
presenta esta especie de reclamo
(84)
EL HECHO DE QUE UN DIPLOMADO NO PUEDA
ENCONTRAR UNA COLOCACIÓN correspondiente a su calificación específica u óptima
NO CONSTITUYE UN ESCÁNDALO. PERO EL HECHO DE QUE EL MISMO HOMBRE NO PUEDA O NO
QUIERA ASUMIR UNA FUNCIÓN QUE RESPONDA A UNA UTILIDAD SOCIAL Y SER ACEPTADO EN
ESTA FUNCIÓN, ESTE HECHO SÍ MARCA UNA QUIEBRA DEL SISTEMA EDUCATIVO.
Un reclamo que
debemos ver mejor por partes. Leamos, la
primera afirmación, esta nos dice que NO se produce ningún escándalo (en el
mundo) porque un graduado en una carrera profesional NO encuentre su
correspondiente colocación.
Claro, ¿Para qué estudió? Luego, lo que
se reclama es que la misión del estudio es para obtener una especialización
laboral para conseguir empleo y poder vivir dignamente y a gusto. Quizá una
gran mayoría esté de acuerdo hasta aquí.
Pero,
este párrafo tiene un fallo de fondo. Es un fallo filosófico. Sí, y podría
decir Ud., ¿Qué tiene que ver la filosofía con el empleo de un obrero? Sin
entrar a dar una clase de dicha materia, preguntémonos para qué sirve la
filosofía, porque en todo el análisis que estamos realizando, desde la primera
palabra del título hasta el último punto, de este estudio es buscando la
utilidad en los fines de la educación, para poder entonces separar lo que sirve
de lo inútil y así orientar correctamente la escuela y el producto que de ella
se obtiene: El hombre.
Todos
nosotros nos movemos por un propósito, por obtener una ganancia. Aquello de que
“nadie da nada por nada” es irremediable y universalmente cierto. Hasta el
extremo del filántropo que “regale” su ayuda o el santo hombre de Dios
“benefactor sin pedir nada a cambio”.
Perdóneme
la digresión, pero es necesario aclarar. Desde el concepto más pedestre que es
movernos por las necesidades básicas, la pirámide de Maslow cataloga los
motivos del hombre. Y en su cumbre, después de pasar por los motivos más
mezquinos, como llamar la atención, hasta los más altruistas del filántropo que
busca el agradecimiento y admiración de sus semejantes, se llega al santo
hombre que no busca cosas terrenales, sino la gloria o el Amor de Dios. Lo cual
nos confirma que “Nadie da nada por nada”
Todo
lo expuesto en cuanto a Maslow, no es más que para subrayar que si buscamos los
intereses que están detrás de la Educación, tienen que ser estos ajustados a la
realidad de su verdadera necesidad. Queremos orientar correctamente la escuela
y su producto: El hombre. Pero ¿Qué tipo de hombre? Más al comienzo
de este trabajo, hemos leído un epíteto: el
hombre completo.[3]
De
nuevo nos extrañamos. ¿Qué implica la palabra “completo”? Verdaderamente es donde nos preocupan las elipsis de
este documento, o, si las hay, las explicaciones aclaratorias en su respectivo
momento y no extraviadas dentro del escrito, muy alejadas de su primera
mención. Por eso, nos vemos urgidos de ahondar en los fines de la educación,
porque la imprecisión fomenta los errores que aun se cometen en ella, y en el
párrafo siguiente podríamos esperar aclaraciones.
(…)
(86) Esta es la razón de
que la Comisión haya sugerido que en las políticas y estrategias educativas se
rechacen toda tendencia neomalthusiana y todo intento de frenar el desarrollo
de la educación, por razones tanto culturales como políticas y económicas. La finalidad de la educación es permitir al
hombre ser él mismo, «devenirse». En relación al empleo y al progreso
económico, la finalidad de la educación debería ser no tanto el preparar a los
jóvenes y a los adultos para una profesión determinada, para la vida, que el
optimizar la movilidad profesional y suscitar con carácter permanente el deseo
de aprender y formarse. En una palabra, sin renunciar a la expansión educativa,
conviene repensar seriamente los
objetivos, las modalidades y las estructuras de la educación.
De
nuevo un texto confuso: La
finalidad de la educación es permitir al hombre ser él mismo, «devenirse». Tan poco aclara “el hombre completo”, confunde más.
¿Acaso un hombre analfabeta o sin estudios, deja de ser hombre por eso? Si es
incompleto, ¿en qué sentido se afirma tal cosa? O, aun no es él mismo, sino
otra persona. Es por eso que citamos el trasfondo filosófico del tema.
Y
nos fuerza una segunda aclaratoria, por aquello que dijimos que el hombre se
mueve por razones de utilidad, si caemos en imprecisiones es porque lo que nos
mueve no es necesario; puede ser capricho, maldad, inmadurez o cosas peores;
pero si no encontramos buenas razones de utilidad y tenemos que pensar mucho,
ya sabemos que eso no va bien.
Tanto
no va bien, que detrás de los cuatro jinetes del apocalipsis lo que se esconde
es el peor de todos…la ignorancia. Pero podemos argüir: el hombre es libre;
¿Cuándo se es más libre? ¿Ignorante o sabio? ¿Y cómo se puede ser sabio? EDUCÁNDONOS
Apliquemos
ese consejo a lo que nos ocupa en este escrito. Para saber la utilidad y
necesidad del estudio, debemos buscar en razones filosóficas, de eso se trata
la aclaratoria, ¿Qué es eso de filosóficas? Ese término se refiere a las razones
más profundas para que algo sea lo que es. La razón primera que la origina.
¿Aclarado el punto?
[1] I+D+i : Investigación, desarrollo e innovación (habitualmente indicado por la expresión I+D+i o I+D+I)
es un concepto de reciente aparición, en el contexto de los estudios de
ciencia, tecnología y sociedad; como
superación del anterior concepto de investigación y desarrollo (I+D). Es el corazón de las tecnologías, de la
información y comunicación. (Wikipedia)
[2] Mateo 9, 16-17
[3] Ver
Capítulo III en donde se habla del párrafo #9 del Preámbulo; allí aparece por
primera vez el término.
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